Nuestros 50 años de experiencia nos han enseñado que una persona no es solo un conjunto de síntomas, sino una historia única que merece ser escuchada y comprendida, con objetivos claros más allá de cualquier etiqueta. Por esta razón, la clave para obtener resultados reales es evaluar diversos aspectos de la persona: desde lo más profundo, el cerebro y su funcionamiento neurológico; pasando por las emociones, que corresponden a lo psiquiátrico; hasta lo más externo, el entorno y las relaciones, que forman parte de lo psicológico.

El proceso de recuperación se basa en un recorrido estructurado que comienza con una entrevista inicial para conocer tu historia clínica y contexto, seguido de una evaluación neurofuncional avanzada con tecnología de vanguardia. Luego, un equipo transdisciplinario analiza los resultados para diseñar un plan de intervención personalizado que puede incluir terapias, apoyo farmacológico y recomendaciones para tu entorno. Con un seguimiento constante y reevaluaciones periódicas, se asegura tu progreso hasta alcanzar los objetivos, momento en el que se celebra tu alta como cierre del camino recorrido.